Fuera los mediocres (Matmour)

Cuando un futbolista nace en un gran club, tiene un apellido de un país donde tradicionalmente salen buenos jugadores o ficha por un equipo importante son muchas las miradas que se centran en él. Nada de eso le pasa a Karim Matmour.

Lleva en el Friburgo de la segunda división alemana dos temporadas, juega con la selección de Argelia y tiene 22 años. Sus perspectivas de futuro no son brillantes, pero es el chico que casi siempre anima el Badenova Stadion, el que pone algo de picante. Con los Zorros del Desierto lleva desde febrero, pero finalmente no se han clasificado para la Copa de África. Guinea ha sido mejor.

Es un extremo diestro con técnica, fino, que le gusta irse por velocidad y que puede sacarte un pase de gol entre el barullo defensivo. Esta temporada ha marcado dos tantos, dos menos que el máximo artillero del equipo -Henrich Bencik-, y ha estado jugando en todos los partidos.

Pero lo mejor del chico está en su actitud. Su calidad es limitada, pero su ambición es infinita. Lo intenta casi todo y, las más de las menos, consigue lo que quiere, aunque sea a trompicones. Raúl nunca ha maravillado al Bernabéu en un minuto, pero su entrega y casta está por encima del resto.

Matmour nació en Estrasburgo (Francia), pero sus padres son argelinos. Jugó en el equipo de la ciudad -Racing- y en 2004 comenzó a jugar en el filial del Friburgo.

Sé que alguien dirá que hay futbolistas argelinos más importantes y tiene razón, como Karim Ziani (centrocampista del Olympique de Marsella, 25 años), Nadir Belhadj (defensa del Olympique de Lyon, 25 años) o Hameur Bouazza (interior zurdo del Fulham, 22 años), pero éste chico tiene alma.

Incluso su web oficial es humilde, pero tiene mucho sobre su vida, como recortes de prensa y vídeos. El Friburgo ha ampliado el contrato a Matmour hasta 2010, están contentos con su juego.

Os dejo con un buen resumen de sus habilidades para que le valoréis.